martes, 3 de junio de 2008

PERDON



Treinta y cinco años,sumida en la miserable vida que él le dio desde el día en que supo de su infidelidad.Treinta y cinco años criando sus hijos con la sola esperanza de que tanta dedicación le hiciera ver que estaba arrepentida,que nunca más volvería a caer en el adulterio que había hecho de su vida una pesadilla interminable.

En dos ocasiones ella abandono la casa porque no soportó los reproches constantes,y aún peor cuando el hijo mayor envenenado por el rencor paterno comenzó a insultarla;su propio y amado hijo, ahora era su juez inconmovible.

El esposo fue a buscarla para traerla de vuelta al hogar,si es que algún día se le pudo considerar un hogar.Pero el había prometido tratarla diferente,olvidar "su falta" e intentar llevar en paz las cosas,después de todo somos ya unos viejos,le dijo como un consuelo extraño.

Cuando él la tomó como esposa ella era una jovencita aún,con una hija sin padre que el ofreció criar.El era un hombre maduro echo a la vida del campo,y allí la llevo para iniciar una vida nueva para ambos,llena de promesas,sueños y anhelos mutuos.

!Oh ¡.. si tan solo pudiera regresar el tiempo hasta el momento aquel en que se dejo llevar por sus pasiones,se detendría al saber toda la amargura que vendría los siguientes treinta y cinco años.

Todas las interminables noches en las cuales el murmullo de los insectos hacia coro a sus gemidos nocturnos.Todos los lamentos atrapados tras su mirada triste y su garganta muda.

Si tan solo pudiera regresar unos segundos antes de decir "si" a su carne,para no sufrir en el alma y el espíritu todo el menosprecio y la culpabilidad por tantos años..

Pero él también ha estado sufriendo estos treinta y cinco años ¿como confiar en ella y perdonarla,si cada nuevo embarazo le traía al corazón tanta incertidumbre? treinta y cinco años sin paz ni reposo en el corazón.Durmiendo sin descanso,trabajando cada día con el alma traspasada por la duda y el recelo.Con la ofensa sobre los hombros haciendo su vida cada vez más pesada y tan dura como el yugo de sus animales.

Los hijos crecieron y se fueron casi todos por los caminos de la vida,pero ella siguió allí viéndolo a él morir por el tiempo y la desconfianza,hasta el día que decidió irse por tercera y ultima vez.

No regresaré jamás con él,se dijo así misma y se marcho.

El no quiso detenerla,con el paso de los años se dio cuenta que su afán por hacerla sentir culpable cada día ,logró hacer de ella una mujer miserable.Pero eso no lo hacía feliz,nunca pudo serlo,durante todos esos treinta y cinco años él quedo atrapado en la misma prisión que construyó alrededor de ella.

Casi dos años después fue a buscarla,en su lecho de enfermedad busco una esperanza,la ultima esperanza para el final de una vida que nunca vivió.

Ahora entendía que debió perdonar mucho tiempo atrás. Si tan solo pudiera volver el tiempo,hablaría con Dios y le pediría ayuda,le pediría perdón por el daño causado a su esposa,a sus hijos.Hablaría con Dios y le pediría de rodillas llorando como un niño,le pediría misericordia para un hombre que tomó malas desiciones.Perdón y ayuda para un hombre que vivió equivocado.

Ella también anhelaba lo mismo,como aquella mujer que debía morir apedreada de acuerdo a la ley antigua,pero que había recibido compasión y libertad de parte de "aquel que amó primero".

Perdón sanador y liberador que cubre y borra las afrentas,que lava con su propia sangre las transgresiones de otros.Que da la vida por el amado.


Perdón de Cruz,abrazado a los pies del que vino a dar vida,nueva y abundante.

PERDON PARA EL QUE HIZO EL MAL,CONSUELO Y ALIVIO PARA EL QUE LO SUFRIO.