Mayo es un mes caluroso en el sureste de México,con algunas tormentas esporádicas.También es mes de celebraciones empezando con el Día del trabajo,después la batalla del 5 de Mayo contra los invasores franceses,luego el Día de las Madres,el Día del Maestro etc.Muchas y variadas celebraciones.
Hace diez años me despedí de mi primogénito en un mes de mayo,la lucha que libramos contra el cáncer finalmente lo venció,y estuvo a punto de vencerme a mí también.Lo vi nacer la noche del 24 de Diciembre del 80,lloraba por el frío exterior después de haber sido expulsado del agradable y cálido útero materno,me acerqué a él tratando de consolarlo pero no sabía como hacerlo,quería abrazarlo pero lo veía tan frágil y me sentía tan inútil,temía lastimarlo si intentaba levantarlo en mis brazos,pero al mismo tiempo quería protegerlo.
El ultimo año de su vida sobre ésta tierra tuve los mismos sentimientos y emociones.En medio de mi desesperación por verlo sufrir me sentí tan inútil,tan inseguro,tan desolado...Era mi segundo año de caminar con mi Señor,y el paisaje era árido y seco a mi vista,hacia el lado que volteara la mirada solo podía ver un desierto interminable,insoportable muchas veces.
Una noche estando cuidándolo en el hospital,salí a una pequeña sala de descanso que tenía una vista panorámica de la ciudad, y mirando por la ventana,llorando lo supe: Cuanto sufrimiento hay en ésta humanidad,cuanta necesidad de consuelo y de esperanza..
"Varón de dolores experimentado en quebranto..Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,y sufrió nuestros dolores y nosotros le tuvimos por azotado,por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones,molido por nuestros pecados;el castigo de nuestra paz fue sobre él,y por su llaga fuimos nosotros curados."
Somos el fruto de la aflicción de su alma, él conoce toda nuestra necesidad y se compadece de nosotros.Eramos ovejas sin pastor,perdidos y moribundos,errantes y derrotados,sin gozo ,sin alegría,sin Dios y sin esperanza.
Me despedí de mi primogénito sabiendo que viene el día maravilloso,cuando todos los redimidos,juntos alabaremos al Gran Pastor de las ovejas.Porque sé que le veremos en su Gloria como él ha prometido,en el lugar donde ya no habrá enfermedad ni muerte,sino ¡Gozo eterno en su presencia!
7 comentarios:
Si hermano!!! Esa es nuestra esperanza, que a vida eterna hemos sido llamados y un día todos nos reuniremos en la gran fiesta y sera maravilloso, aunque a muchos les parezca locura, nuestra fe esta puesta en el que viene por nosotros.
En experiencias tan dolorosas como esa, es cuando de nuevo se hace vida la palabra en Job 42:
Hasta ahora, solo de oídas te conocía,
pero ahora te veo con mis propios ojos.
¿Quien podrìa consolar el corazòn angustiado, si no fuera El?
En ese gran dolor vemos su mano poderosa actuando a nuestro favor.
Veo una tierra colmada de flores, la variedad de colores hace difícil posar la mirada en un detalle; más bien es un Todo, un cuadro que en su conjunto se deja disfrutar.
Tu tierra, regada de lagrimas, las sembró, las semillas cayeron del Cielo y el Viento, con su Espiritu, les da vida.
Tu dolor hoy es Fuente de vida para otros.
GRACIAS por compartir esto Hector.
El día llega y nos volveremos a encontrar, El lo prometió, El lo cumplirá.
Hermosas amigas mias:
Como podría no ser tan feliz si El me ama,y me bendice con el amor y compañia de ustedes,con su consuelo,con sus palabras.Gracias Silvia hermanita,Gracias Lizeth tan amada.Gracias Flor corazón de cielo.
Gracias a Tí mi Señor,mi Dios ,mi Rey porque eres Bueno,Justo y Fiel.
Hector.
Siempre le digo a los hermanos que el dolor moldea el caracter del cristiano. Creo que este ha sido tu caso. Has pasado por el fuego y salido purificado, fortalecido.
Gracias a Dios no he pasado por algo tan duro. Creo que Dios no nos da prueba que no podamos pasar.
Te presento mis saludos y mis respetos.
Dios te siga ayudando y bendiciendo cada día.
Mi querido hermano Hector,
Curioso día el de hoy, hace ya más de cinco años perdí-gane a mi primogenito también...
Hoy lo he recordado hasta las lagrimas, y se lo comentaba a Alex en su blog.
El Señor ha ido sanando heridas, y verdaderamente Él hizo una obra increible en mi vida, realmente ese vacio más que una herida es una llaga, que bien se que no cicatrizará, y agradezco al Señor por ella, porque el "tocarla" no duele, sino que conecta con el dulce consuelo del Señor, con aquel increible "viaje", con su abrazo de amor.
Gracias por compartir, recibe un abrazo fraterno de tu hermano en España que te quiere.
Si, mi hermano, como ves, metidos en el mismo "crisol", salados en el mismo fuego...
El Señor sabe.
Un abrazo fraterno.
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